La distopía es un subgénero de la literatura de ciencia ficción que se ha convertido durante el último año en asunto principal de una nueva ola de libros juveniles.

El relato distópico nos presenta una hipotética sociedad futura donde, ya sea por la deshumanización de la misma, un gobierno totalitario o el control intrusivo que la tecnología ejerce sobre el día al día, el individualismo se degrada en términos absolutos en favor del pensamiento único y de una sociedad unitaria.   En definitiva, un mundo de pesadilla donde nadie debe saltarse las reglas o corre el riesgo de ser aniquilado. Por ello se afirma que la distopía es lo opuesto a la utopía, la sociedad ideal donde todo funciona a las mil maravillas.   Las primeras historias de este tipo aparecieron a finales del XIX; sin embargo, son dos los títulos de referencia que han inspirado a la mayoría de los que han venido después: Un mundo feliz, de Aldous Huxley, y 1984, de George Orwell.   En realidad, las historias distópicas son una protesta contra ciertos sistemas de gobierno o ideales sociales extremistas que acaban resultando peligrosos (fascismo, comunismo, teocracias, capitalismo, etc.). Precisamente este aspecto negativo sirve como llamada de atención con valor didáctico al representar lo que podría suceder a la Humanidad en el futuro, como un contraejemplo. En definitiva, el miedo, la coacción y la falta de libertad son los elementos principales en esta clase de narración.

Otras características de este subgénero son: la presencia del dolor y de la presión psicológica; la alienación del individuo, ya sea por adoctrinamiento o por el uso de drogas que le privan de la capacidad de sentir o emocionarse; un evidente halo de pesimismo, y la presencia de un antagonista inflexible y malvado, así como de un protagonista que puede abrir los ojos a la realidad y rebelarse ante su destino y el de los que le rodean.

Las distopías del siglo XXI

Una nueva hornada de novelas como Delirium y su continuación Pandemonium, de Lauren Oliver, o bien Despierta. Across the Universe, de Beth Revis -inicio de otra saga de este tipo- son recibidas con gran entusiasmo por los jóvenes lectores alrededor del mundo.

Las nuevas distopías juveniles tratan algunos de estos elementos, aunque no de la forma tan extrema como los clásicos por el tipo de público al que van dirigidas. No obstante, esto no impide que sean historias igual de reflexivas en las que se combinan hábilmente aventura, intriga o romance con ciencia ficción, sin eludir que el lector se detenga a pensar sobre lo acertado o no de ciertos comportamientos y de las consecuencias que pueden acarrear, del mismo modo que aprende a valorar y a desestimar aspectos importantes de las diferentes sociedades posibles. Algunas de las distopías que han abierto las puertas del género a muchos jóvenes lectores son los Los juegos del hambre (Suzanne Collins) o El corredor del laberinto (James Dashner).

En el catálogo de SM también puedes econtrar títulos distópicos tan sugerentes como estos:

Saga Delirium: A nadie le gusta estar enfermo. Afortunadamente, en el siglo XXII los científicos han encontrado la cura para la pandemia que, durante milenios, asoló el planeta. Un delirio que se contagiaba más rápido que cualquier otra enfermedad, afectando a cientos cada día, y a millones al cabo del año. Era tan grave que, encontrada la cura, el gobierno decretó su administración a todos los ciudadanos, a partir de la mayoría de edad. Por fin hay cura para esa enfermedad llamada amor.

Saga Despierta: Amy y sus padres se someten voluntariamente a un proceso de criogenización. Permanecerán congelados durante trescientos años. En ese tiempo viajarán en una nave cuyo destino es otro planeta con las condiciones idóneas para que sobrevivan los hombres.
Elder ha nacido en la nave. Cuando Eldest fallezca, él será el próximo líder, el encargado de llevar a la tripulación al nuevo planeta.
Pero algo no sale como debiera. Amy despierta antes de lo previsto. Y entonces ya nada será igual…

Adorada Jenna Fox: Jenna Fox es una chica de dieciséis años que sufre un terrible accidente y pasa un año en coma. Cuando despierta, su mundo parece haber dado un giro de 180 grados: su familia se ha mudado a California, su abuela la rechaza, su memoria se ha convertido en una página en blanco, sus padres parecen ocultarle datos…

One Comment

Elizabeth Gárate

Me parece muy acertado el artículo y sí es bien cierto que los libros de este tipo marcan la diferencia con respecto a los demás. Yo he leído Un mundo feliz, 1984, Farenheit 451, el señor de las moscas y algunos otros de esta línea y no hay como ellos para obligarte a pensar sobre los terribles efectos de un gobierno totalizante y deshumanizador. A modo personal Los juegos del hambre, aunque sé que gustan mucho, me parecieron bastante frívolos pues tratan de justificar la distopía y solo nos muestran una historia de amor aventura en la que desde la primera línea se advierte el final, una decepción en tres tomoos.

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