El pasado día 20 de enero fue presentado en Madrid el informe “Menores y redes sociales”, resultado de un estudio realizado por el Foro Generaciones Interactivas sobre una muestra de casi 13.000 menores de entre 6 y 18 años de 78 centros educativos españoles privados y públicos. El informe analiza el entorno y hábitos de los menores como usuarios de las redes sociales en España relacionando el uso de estas con el acceso a la tecnología, hábitos de estudio, relaciones familiares o expectativas de los menores. Te presentamos un resumen de los puntos relacionados con conocimiento, docentes y familia.
El estudio distingue tres tipos de perfiles a partir de una muestra seleccionada de jóvenes usuarios habituales de Internet (8.373): el no usuario, que no tiene perfil en ninguna red social (31%), el usuario moderado (un 34%), que mantiene un perfil en alguna red social y, por último, el usuario avanzado, que mantiene más de un perfil en medios sociales (el 35%).
Así, puede decirse que más del 70% de los menores internautas españoles son usuarios habituales de redes sociales, una herramienta que utilizan para afianzar sus relaciones sociales «reales» y cuyo uso resta tiempo al ocio tradicional. Las redes sociales más populares entre los menores internautas, según este estudio, son Tuenti (con un 60% de usuarios), seguido a bastante distancia de Facebook (con un 21% de penetración); en tercer lugar se posiciona Windows Live Spaces (14%), seguida de MySpace y Hi5, ambas con un 12%.
Usuarios avanzados para todo
El informe arroja una conclusión nada sorprendente: los usuarios más avanzados en redes sociales se manifiestan más expertos en tecnología y más autónomos en la navegación, además de visitar de forma más intensiva todo tipo de contenidos y ser más creativos en la red (la probabilidad de tener una web o un blog propio se duplica si se administran dos o más perfiles -52%-, frente a los menores que no tienen ninguno -26%-). Sin embargo, como el informe reconoce, la excepción a esta regla lo constituye todo aquello relacionado con los contenidos educativos y culturales.
Aún así, el 70% de usuarios avanzados en redes sociales afirma utilizar la tecnología como apoyo para el estudio o las tareas escolares, si bien, al mismo tiempo, un 40% de estos menores reconoce que su uso afecta al tiempo dedicado a estudiar.
Estos datos no hacen más que reforzar la conclusión principal: el usuario avanzado de redes sociales lo es también de la red en general (aunque no se sabe exactamente en qué dirección se da esta relación), es decir, que en el caso de estos usuarios se da una mayor familiaridad con el medio on-line que se deja ver en todos los aspectos de su vida cotidiana: ocio, estudios o relaciones.
Autonomía vs. socialización
El informe muestra una cierta relación entre el uso de las redes sociales y la intensidad de las relaciones «reales» con el entorno cercano de amigos y conocidos, intensidad que en el informe se identifica con ciertas prácticas como navegar o jugar con videojuegos en compañía de amigos. El informe señala que esta relación es proporcional, pues a pesar de que se da un uso del ordenador en solitario mayoritario, entre los usuarios avanzados de redes sociales es también mayor la tendencia a hacerlo en compañía (un 50%) con respecto a los no usuarios (35%). El estudio muestra además que los usuarios avanzados son también aquellos que utilizan el móvil con más frecuencia para estar en contacto con sus amigos. Sin embargo, lógicamente, este uso intensivo de la red hace que disminuya el tiempo dedicado a otras actividades de ocio más tradicionales, como la lectura.
Tipos de actividad en la red
El estudio agrupa en 5 las dimensiones de uso de la red, es decir, los cinco tipos de actividad que los menores llevan a cabo on-line:
Comunicar. Las relaciones sociales aparecen como fin principal del uso de Internet, a través de servicios como Messenger (con un 77%), el correo electrónico (65%), seguido de los sistemas VOIP (Skype), con un 30%. Por último, un 20% utiliza la red como medio para el envío de mensajes SMS.
Conocer. El informe incluye aquí las descargas de contenidos digitales (música, juegos y vídeos), por lo que el nombre dado a este tipo de actividades es ciertamente discutible. Siete de cada diez menores reconoce la utilización de servicios que les permiten descargar música, películas, programas informáticos, etc., pero, según el mismo informe, sólo uno de cada diez menores declara visitar habitualmente recursos educativos o culturales. De hecho, se señala que una vida social digital intensa hace que [los menores] compartan más música, que accedan a más contenidos lúdicos o relacionados con los intereses de su grupo, que utilicen más el correo electrónico, los sistemas VOIP o que envíen más mensajes de texto a través de sus móviles… Y la excepción a esta regla lo constituye todo aquello relacionado con los contenidos educativos y culturales (p. 259).
Compartir. El rasgo esencial de la web 2.0, la generación de contenidos, es aprovechada por un 56% de los menores, que afirma utilizar servicios para compartir con otros fotos y vídeos, a través de plataformas como Youtube o Flickr, pero especialmente a través de las redes sociales. Por último, un 25% utiliza blogs y un 33% fotoblogs para compartir contenidos con sus iguales.
Divertirse. Una de las caras de Internet con mayor atractivo para esta generación es el componente lúdico: el 60% reconoce utilizar Internet para el desarrollo de juegos on-line, actividad de clara preferencia masculina.
Consumir. Por último, la red sirve como plataforma para adquirir o vender multitud de productos y servicios. Esta posibilidad no es muy frecuente entre los menores, pero aún así, un 8% de los menores utiliza Internet para comprar.
Existe una relación directa entre los servicios utilizados y los contenidos más visitados, que pueden resumirse en tres grandes núcleos de interés. En primer lugar, aparecen los contenidos relativos al ocio, como por ejemplo la música, los juegos, el humor, deportes, noticias, aficiones, etc. En segundo lugar, los sitios educativos y culturales, y cuyo acceso está especialmente vinculado al desarrollo de tareas escolares. Y, por último, un grupo de especial consideración lo constituye el acceso a contenidos calificados para adultos disponibles en la red.
Creación de contenidos
Casi un 40% de los menores internautas posee página web propia o han generado alguna vez algún blog, fotoblog o al algún espacio para difundir sus vídeos.
La correlación entre los servicios más utilizados, los tipos de contenidos más visitados y la temática más frecuente de sus propias páginas web o blogs es clara: la música es la temática elegida para el 51% de los casos, seguida de los deportes (33%), los juegos (33%), y las historias personales (preferencia para uno de cada cuatro creadores).
Es interesante detenerse en los motivos que provocan en los menores el salto de usuarios a creadores de contenidos. Según un estudio anterior del Foro Generaciones Interactivas (La Generación Interactiva en España, 2009), «en primer lugar aparece la posibilidad de expresar la propia opinión, junto al hecho de poder compartir información con personas conocidas. En segundo lugar, crear contenidos digitales les permite escribir sobre sus gustos, darse a conocer y también hacer nuevas amistades. Por último, de forma menos frecuente se reconocen motivos como la utilidad para otros usuarios interesados en un mismo tema, la posibilidad de desahogarse en la realización de esta actividad o el poder contar cosas o aspectos que no se pueden transmitir personalmente».
Internet, ocio y educación
El informe origina cierta inquietud sobre la otra brecha digital: la que se da entre las prácticas digitales escolares y las de la vida personal. Los datos muestran que los no usuarios de redes sociales suelen visitar con mayor frecuencia que los usuarios moderados y avanzados contenidos de tipo educativo, y que para este grupo es mayor la creación de contenidos educativos si se les compara con aquellos que usan las redes sociales de forma intensiva.
Esto que puede ser interpretado de dos maneras: el tiempo dedicado a uno y otro uso tiene una relación de vasos comunicantes (y el que lo utiliza para una cosa no lo utiliza para la otra), o, por el contrario, el no usuario de redes sociales no entra en Internet más que para realizar tareas escolares. Además, los menores que más tiempo pasan en la red utilizan la mayor parte de este en actividades de tipo lúdico, no educativo o formativo. Estos resultados, quizá, deberían hacernos reflexionar sobre la brecha digital existente entre las escuela y el entorno personal de la que ya hemos hablado en otras ocasiones, y la necesidad de fomentar entre los menores un uso más extenso de la red, y fomentar el uso formativo además del lúdico, que es el que traen “aprendido de casa”.
Mediación en el uso de Internet
El informe también repara en la relación de los padres con el uso de Internet por parte de sus hijos. En líneas generales, no es frecuente la presencia de los padres en la misma habitación mientras los menores navegan. La mediación parental es siempre un poco mayor en el caso de las chicas (excepto en el caso de la mediación activa), y decrece lógicamente a medida que avanza la edad de los menores.
Las respuestas a la pregunta ¿Qué hacen tus padres mientras tú navegas? son agrupadas en el informe en tres grupos:
- Ausencia de mediación: algo más de un tercio de la Generación Interactiva declara la ausencia de cualquier acción o interés por parte de sus progenitores cuando ellos están en Internet
- Mediación activa: implica cierto grado de intervención por parte de los progenitores durante los momentos de navegación de los menores. El 45% señala la opción “Mis padres me preguntan qué hago mientras estoy navegando en Internet”. Un 39% afirma que “echan un vistazo”, mientras que el 13% y el 9% reconoce, respectivamente, comportamientos más activos como “hacemos algo juntos” o “me ayudan”.
- Mediación pasiva: padres y madres pueden realizar una mediación o revisión educativa a posteriori sobre las rutas y conductas de sus hijos como navegantes. Un 7% de los menores sabe que sus padres revisan los lugares por los que han navegado; otro 4% declara el acceso a sus mensajes electrónicos por parte de sus progenitores.
En el capítulo de las restricciones, solo dos de cada diez pueden navegar sin ningún tipo de limitación, opción más frecuente entre los chicos y que aumenta de forma progresiva según crece la edad de los internautas hasta llegar a afectar al 41% mayores de 17 años.
Lo más frecuente es la prohibición de adquirir productos y servicios, vetada para seis de cada diez menores navegantes. En segundo lugar, está limitado el “dar información personal”: más de la mitad de los menores –55%– conocen la inconveniencia de tal conducta, siendo las chicas más conscientes de ello. Un 17% tiene restricciones a la hora de acceder a las redes sociales (en el caso de los no usuarios de redes sociales un 35% reconoce tener orden expresa por parte de sus progenitores para no utilizarlas), y uno de cada diez menores no debe descargar archivos o películas; proporción similar al caso “chatear o usar el Messenger”.
El papel de los docentes
El uso de la tecnología en la educación y el aprendizaje se puede considerar como un “arma de doble filo”: por un lado, la tecnología se convierte en fuente de conocimiento y herramienta útil en la realización de tareas escolares (entre un 50% en el caso de los no usuarios de redes sociales y un 70% en el caso de los usuarios avanzados); por otro, algunas dimensiones de uso de la tecnología como el ocio o las relaciones sociales pueden tener un impacto negativo sobre el tiempo dedicado al estudio o a otras aficiones como la lectura.
La escuela debería ser un referente en el aprendizaje de un uso óptimo de la tecnología que conlleve un aprovechamiento de oportunidades y una minimización de riesgos, pero lo cierto es que a la luz de los resultados de este análisis, todavía estamos lejos de ello. La mitad de los profesores, según sus alumnos, no utiliza ni recomienda Internet como algo útil para el estudio, frente el 50% restante que reconoce tener profesores que fomentan con su ejemplo o recomendaciones directas a aprovechar el potencial de Internet en cuestiones académicas. Dentro de estos, una vanguardia del 4% afirma que todos o casi todos los profesores son usuarios y prescriptores del buen uso de Internet. Estos dos últimos porcentajes son ligeramente mayores en el caso de los docentes y alumnos iberoamericanos.
Más información:
– El Foro Generaciones Interactivas es una organización sin ánimo de lucro fundada por Telefónica, la Universidad de Navarra y la Organización Universitaria Interamericana (OUI) en diciembre de 2008.