Las emociones en sí mismas no son buenas ni malas. Forman parte de nosotros y todas son necesarias. Pero la manera en que las vivimos y enfocamos sí puede resultar positiva o negativa tanto para nosotros como para los demás.

Para canalizar bien cualquier emoción es primordial identificarla. Cuando no somos conscientes de nuestras emociones, es fácil que nos dejemos llevar por ellas y perdamos el control de nuestro comportamiento. Son momentos en los que nuestras reacciones nos sorprenden y descolocan porque no sabemos a qué atribuirlas.

Aún así,» identificar» no es lo mismo que «saber gestionar». Podemos identificar, por ejemplo, que estamos muy tristes, pero de ahí a que seamos capaces de evitar que esa tristeza se exprese de manera desproporcionada, hay una diferencia y un camino de reflexión por recorrer.

La reflexión es, por tanto, la clave. Pero, ¿es posible aprender a pensar las emociones, dotarlas de razonamiento para contrarrestarlas, normalizarlas y matizar nuestra forma de reaccionar ante ellas?

Con frecuencia, cuando sentimos una reacción que nos sobrepasa, se la traspasamos a los demás a  través de un grito, de un enfado, de un silencio tenso. Pero el origen no está en los otros sino en nuestro interior.

Pasos que podemos dar para pensar las emociones

  1. Contar hasta diez antes de reaccionar.
  2. Identificar la emoción y nombrarla abiertamente, aunque nos parezca negativa.
  3. Hacernos preguntas a nosotros mismos acerca del porqué de la emoción que nos invade.
  4. Tratar de tener en mente que suele haber una intención positiva detrás de la acción de otras personas y, si nos han molestado, no es algo premeditado.
  5. Plantearnos qué nos aportaría esta emoción si nos dejásemos llevar por ella. ¿Cuál sería la consecuencia? ¿Resultaría positiva para nosotros? ¿Y para los demás?
  6. Hacernos a nosotros mismos propuestas creativas para convivir con esa emoción de una manera que resulte enriquecedora.

Conseguir dar estos pasos antes de dejarse llevar por la emoción en casi imposible, sobre todo en un principio. Pero sí está a nuestro alcance ir adquiriendo el hábito de dar algunos pasos antes de reaccionar y el resto después. De este modo, seremos capaces de manejar, poco a poco, nuestras emociones y transformarlas en fuentes de autoconocimiento y riqueza interior.

2 Comments

JesRICART

Pesa res repensar. Todo lo que se piense encontrara con toda probabilidad precedentes que se hayan aproximado a su pensamiento. Todos los campos temáticos han sido prácticamente pensados y al volver a ellos se les repiensa y completa en la medida de lo posible. El campo de las emociones no es una excepción. Psicoterapéuticamente hablamos de gestión de las emociones.
Una persona es libre o puede intentar serlo cuanto mas soberanice su autonomía para gestionar sus emociones. ¿Que significa eso? La conciencia tiene que concienciar las respuestas automaziadas que su psiquismo proporciona según los ítemes que reciba.
La comunicación interhumana avanza más o menos según las emociones instaladas y el poder de bloqueo que ejerzan. En última instancia cuando un razonamiento no es operativo hay una barrera emocional que impide que fluya. Los dos sistemas que funcionan en el corpus nervioso humano: el de las operaciones y el límbico entrechocan. Cada vez que alguien saca su artillería de respuestas preacondicionadas muy apasionadas sí pero poco inteligentes está permitiendo que sea la subjetividad la que venza sobre la objetividad.
Repensar las emociones es tanto como dejar a un lado los servoautomtismos sentimentales activados con principios inveterados y repasar las conductas una y decidir lo que corresponde a cada una.

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JesRICART

Pensar es repensar. Todo lo que se piense encontrara con toda probabilidad precedentes que se hayan aproximado a su pensamiento. Todos los campos temáticos han sido prácticamente pensados y al volver a ellos se les repiensa y completa en la medida de lo posible. El campo de las emociones no es una excepción. Psicoterapéuticamente hablamos de gestión de las emociones.
Una persona es libre o puede intentar serlo cuanto mas soberanice su autonomía para gestionar sus emociones. ¿Que significa eso? La conciencia tiene que concienciar las respuestas automaziadas que su psiquismo proporciona según los ítemes que reciba.
La comunicación interhumana avanza más o menos según las emociones instaladas y el poder de bloqueo que ejerzan. En última instancia cuando un razonamiento no es operativo hay una barrera emocional que impide que fluya. Los dos sistemas que funcionan en el corpus nervioso humano: el de las operaciones y el límbico entrechocan. Cada vez que alguien saca su artillería de respuestas preacondicionadas muy apasionadas sí pero poco inteligentes está permitiendo que sea la subjetividad la que venza sobre la objetividad.
Repensar las emociones es tanto como dejar a un lado los servoautomtismos sentimentales activados con principios inveterados y repasar las conductas una y decidir lo que corresponde a cada una.

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