La metacognición es el proceso por el cuál cada estudiante se hace consciente de su propio aprendizaje, identifica habilidades, limitaciones, herramientas, conocimientos previos, conocimiento nuevos, progresos y su aplicación práctica para hacer frente a las distintas situaciones que se le presentan en la vida.
Para desencadenar la metacognicón es importante aplicar estrategias de autoconocimiento, que permitan al alumno conocerse mejor a sí mismo, tener clara la tarea y los objetivos, ser capaces de planificarla, hacer un seguimiento de la misma y llevar a cabo una autoevaluación.
El proceso puede resumirse en lo que Robert J. Swartz, Arthur L. Costa, Barry K. Beyer, Rebecca Reagan y Bena Kallick , en su obra El aprendizaje basado en el pensamiento, denominan «escalera de metacognición», que consta de cuatro peldaños:
1 – Ser consciente del tipo de pensamiento que se está realizando.
2 – Identificar y describir la estrategia empleada.
3 – Evaluar la eficacia de la estrategia que se ha aplicado.
4 – Planificar el desarrollo del mismo tipo de pensamiento en un futuro.
Reflexionar sobre su forma de pensar aporta al alumno información interesante que le ayudará en un futuro a controlar su proceso de pensamiento y transformarlo, para lograr un aprendizaje más consciente y más eficaz.