Con esta sugerente propuesta de Ewan McIntosh SM plantea la importancia de trasladar prácticas innovadoras del mundo de la empresa al ámbito de la educación. El libro está prologado por Fernando Trujillo, el cual critica que, con frecuencia, se diseñe para los contenidos o para las pruebas, no para y con los alumnos, movidos por la intención de generar en ellos un verdadero aprendizaje. Y apunta que en esta obra Ewan McIntosh proporciona a los docentes interesantes ideas para hacer realidad su visión de cómo puede ser la escuela.
1. Formar un equipo colaborativo
El primer paso en el viaje hacia la innovación no consiste en decidir qué vas a innovar, sino en formar un equipo que represente a la institución y a las personas a las que esta sirve.
El trabajo diario del equipo debería ocupar un lugar secundario para dar prioridad al hecho de que representa a un grupo de personas, y sus miembros tienen ganas de formar parte de un proceso de innovación, no únicamente de hacer su trabajo habitual.
2. Identificar necesidades reales
Cuando se trata de innovar, tenemos tendencia a dirigir la mirada demasiado lejos. Por eso debemos desarrollar la habilidad de identificar qué ideas verdaderamente innovadoras tenemos delante, vinculadas a necesidades reales del día a día.
La mayoría de los que consiguen el éxito con sus innovaciones, dentro y fuera del mundo educativo, se pasan el tiempo buscando aquello que no funciona bien del todo, que no satisface las necesidades de las personas como debería. Se trata de tomarse el tiempo para reflexionar sobre cómo podrían hacerse las cosas mejor.
3. Prototipar la cultura
Muchas veces, tanto startups como innovadores educativos destapan sus ideas, perfectamente pulidas y listas para ser lanzadas al mercado, cuando ya es tarde. Han construido una idea robusta y consistente que tiene pocas oportunidades de saltar de la sala de innovación para atravesar el abismo que la separa del público general.
Un prototipo es el primer modelo que se fabrica de una cosa. Es posible que las primeras versiones de la idea no sean más que un esquema, lo justo para obtener feedback. Una segunda iteración ya puede requerir que la idea se lleve a cabo. Prototipar algo es una excelente forma de mostrar y examinar las ideas. ¿Por qué no, incluso, insertar el prototipo en su contexto real para testarlo?
Ewan McIntosh es el fundador de NoTosh Limited, una startup que desarrolla productos y servicios al mundo de la educación. Esta compañía trabaja en cientos de escuelas, proporcionando ideas, inspiración e investigaciones para descubrir cómo mejorar la motivación y el compromiso de los alumnos.
Ewan es también asesor del Vicepresidente de la Comisión Europea, Neelie Kroes. Anteriormente, fue profesor de idiomas en centros educativos, y se dedicó a la investigación en tecnología, liderazgo e innovación.
Para leer las primeras páginas del libro