La Consejería de Educación de la Comunidad Valenciana ha puesto a disposición del público en su página web un Manual de Buenas Prácticas TIC, que quiere ser una herramienta de asesoramiento sobre la utilización de Internet y las nuevas tecnologías en el ámbito familiar y escolar. El manual también contiene recomendaciones para familias y docentes dirigidas a eliminar o al menos disminuir la brecha digital entre ellos y los jóvenes. Por ello esta iniciativa continuará a lo largo del próximo curso a través de talleres de formación para familiarizar a los padres y profesores con el uso de las nuevas tecnologías.
El consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, señaló que se trata de “enseñar y de poner límites para que los adolescentes aprendan a manejar la información que dan y la que reciben y a respetar su privacidad”, límites que también tienen que ver con el tiempo dedicado a las redes sociales, la negociación entre padres e hijos sobre el reparto del tiempo entre su ocio y sus tareas escolares, y la prevención del ciberbullying o acoso virtual. Por ello, “es de vital importancia que los adolescentes sepan diferenciar entre lo real y lo ficticio y aprendan a hacer una valoración crítica y constructiva de la información que encuentran en la red”, según afirmó el consejero.
Estos son los 10 objetivos de este Manual, tal y como aparecen detallados en la introducción del mismo:
1. Proporcionar información acerca de los conceptos básicos relacionados con las TIC.
2. Determinar las ventajas que proporciona el uso de las TIC desde la escuela y desde el hogar, como apoyo a la tarea educativa y formativa de los menores.
3. Informar sobre el impacto que las TIC pueden tener en el ámbito educativo respecto a la accesibilidad, la integración social de los inmigrantes o el acoso escolar.
4. Proveer un conjunto de normas básicas y elementales relativas a la utilización de las TIC en el aula.
5. Proveer un conjunto de normas básicas y elementales relativas a la navegación por Internet que puedan ser de utilidad en el ámbito doméstico.
6. Aportar los medios técnicos para facilitar, en los centros educativos y en el hogar, un seguimiento de los contenidos a los que acceden nuestros menores en Internet.
7. Establecer los posibles riesgos que conlleva, en el proceso formativo de los menores, el acceso indiscriminado a todo el volumen de información disponible a través de Internet, sobre todo a los más jóvenes.
8. Manifestar que el profesorado desde las aulas está implicado en el buen uso de las TIC en general y de Internet en particular.