El pasado mes de abril, la OCDE publicó el informe Are the new millenium learners making the grade? –¿Aprueban los estudiantes del nuevo milenio?, cuyo resumen en inglés puede verse en este enlace– que, como conclusión principal, constata la existencia de una nueva brecha digital, esta vez entre los propios nativos digitales.
Hay un gráfico que contiene algunos datos sorprendentes (entresacamos algunos, el gráfico completo puede consultarse en esta presentación con las conclusiones del estudio), y que responde al título ¿Web 2.0 en las escuelas?:
.
El gráfico enfrenta la práctica de algunos procedimientos TIC «fuera de clase» con su uso «en clase», y demuestra varias cosas:
- Que muchos de los jóvenes de los países que integran la OCDE no ha realizado nunca tareas TIC tan básicas como enviar un documento adjunto por correo electrónico o editar una wiki (ante la tentación de achacarlo a la falta de acceso a la red en algunos países, véase la estadística de «Ver TV on-line»: solo el 5% de los jóvenes no lo han hecho nunca)
- Que la mayoría de las competencias TIC son adquiridas por los alumnos durante su tiempo libre, puesto que en el colegio se dedica muy poco tiempo, o ninguno, a ellas. Obviamente, algunas de estas tareas pertenecen con mayor derecho al tiempo de ocio que al académico, como pueda ser ver la televisión o comprar on-line (aunque no está tan claro que se pueda prescindir del vídeo), pero otros muchos procesos, tales como escribir en un blog, editar fotografías o editar una wiki suponen un potencial enorme (e incluso una condición sine qua non) para el aprendizaje del alumno del siglo XXI, y a la vista está que no son de ningún modo sistemáticamente incluidos en los planes de enseñanza.
- Que, pese a todo lo que se escribe sobre el uso educativo de la web 2.0, lo cierto es que la enseñanza formal está muy lejos del ideal en lo que al uso educativo de la red se refiere
¿Podemos imaginar que, en el futuro, el trabajo de estos estudiantes no exija una alta familiaridad con estas habilidades?
Y, entonces, ¿no deberíamos, ya no solo enseñarles (porque muchos ya saben), sino incluirlas en nuestra práctica docente?
