Una nueva entrada en el blog Aprendiendo a pensar en la escuela.
En la anterior entrada vimos en qué consiste el proceso del pensamiento. Ahora explicamos paso a paso cómo fomentar la adquisición de destrezas de pensamiento a través de un contenido concreto.
¿Cómo aplicar el método de la infusion a un contenido en concreto?
Vamos a tomar como ejemplo el tema de la energía, que se trata en el área de conocimiento del medio o ciencias, en varias ocasiones a lo largo de las distintas etapas. Podemos utilizar el esquema que presentamos en la entrada anterior para profundizar en este tema, procurando a los alumnos un aprendizaje más sólido a la vez que una mayor implicación “moral” en un problema de tanta actualidad. El esquema era el siguiente:
1. ¿Qué hace necesaria una decisión? (¿Cuál es el problema?)
2. ¿Qué opciones tengo?
3. ¿Cuáles son las consecuencias de cada una de ellas, y qué peso tienen?
4. ¿Cuál es la mejor opción a la luz de las consecuencias?
Tarea: ¿Cuál es la mejor fuente energética?
1. ¿Qué hace necesaria una decisión?
En este apartado se trata de aportar hechos que demuestran la urgencia de solucionar el problema energético. Podemos iniciar un diálogo con los estudiantes, o instar a que, tras una breve investigación, aporten ellos mismos los datos.
2. ¿Qué opciones tengo? Analizar posibilidades existentes
Se abre una “tormenta de ideas”. ¿Qué formas de procurarnos energía podemos imaginar? Puede ser interesante no limitar esta lista generada en común a las fuentes de energía conocidas o existentes. Los alumnos pueden aportar ideas novedosas siempre que puedan argumentarse.
3. ¿Cuáles son las consecuencias de cada una de ellas, y qué peso tienen?
Para evaluar las consecuencias de cada una de las posibilidades es necesario establecer distintos parámetros a la luz de los cuales calibrar la viabilidad de las medidas. ¿Cuáles son estos parámetros? Dejemos que los alumnos, a través de un diálogo guiado, los propongan:
o Precio
o Seguridad
o Impacto
o Renovabilidad
o Tecnología necesaria
o …
Por ejemplo, la energía solar no será igual de efectiva en distintos países, dependiendo del tipo de clima que estos tengan.
Con los resultados de estos dos pasos completamos la TABLA 1.
Después, los estudiantes trabajarán, dependiendo de los medios disponibles y la preferencia del profesor:
– por grupos o individualmente
– en el aula o en clase
– con medios digitales o tradicionales
– repartiendo tareas o poniendo en común resultados,
para completar, con el resultado de sus investigaciones, la TABLA 2. Los estudiantes deberán poner en práctica distintas técnicas de investigación para responder a las distintas preguntas planteadas: ¿Cuánto cuesta producir ese tipo de energía? ¿Cuánta haría falta? ¿Podría producirla el país con sus propios recursos o habría de importarse?, etc. La información debe ser contrastada y referida correctamente.
4. ¿Cuál es la mejor opción a la luz de las consecuencias?
Una vez tenemos la tabla completa, ya es posible iniciar una discusión. ¿Por qué fuente de energía nos decantaremos? La discusión puede hacerse en grupo o en parejas, con alumnos que han tomado decisiones diferentes.
Autoevaluación
Por último, es importante que hagamos a los alumnos volver sobre sus propios pasos. El profesor debe dirigir su atención hacia el tipo de pensamiento que se ha utilizado:
· ¿Qué tipo de pensamiento utilizamos?
· ¿Cómo lo hicimos?
· ¿Lo hicimos bien? ¿Por qué sí o por qué no?
· ¿Cómo lo harías la próxima vez?