El proyecto de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) plantea la supresión de la asignatura de Ética y Educación Cívica en 4º de la E.S.O, transformada en optativa, y de Educación para la Ciudadanía en 3º de la E.S.O. , que desaparece. Además, elimina la asignatura troncal de Historia de la Filosofía en 2º de Bachillerato, en adelante solo una optativa entre más de doce.
De este modo, no solo la asignatura de Filosofía pierde peso específico en la oferta educativa sino que también corre el peligro de desaparecer en aquellos centros que decidan no ofertarla como optativa.
Ante esta perspectiva, diversos colectivos de profesores de Filosofía han manifestado su rechazo durante todo el proceso de reflexión acerca de la LOMCE.
Obviamente, existe una causa directa: ven peligrar sus puestos de trabajo. Pero también hay otra razón de fondo que no solo afecta al colectivo docente sino a toda la sociedad. Lo que se cuestiona con esta decisión es si la Filosofía es o no fundamental en la formación de la persona.
¿Qué se entiende por Filosofía?
Etimológicamente Filosofía procede de philo (φιλο), que significa «amor» y sophia (σοφία), que significa «sabiduría», por lo que se traduce como «amor a la sabiduría».
El objetivo de la Filosofía es buscar respuesta a las grandes preguntas sobre el propio yo, nuestro origen, nuestro destino, el sentido de la vida, los valores y dilemas éticos y el conocimiento profundo de la realidad que nos rodea, desde la perspectiva tanto de las Ciencias como de las Humanidades.
Por tanto, su estudio contribuye a fomentar el sentido crítico; la capacidad especulativa, muy vinculada a la creatividad y la resolución de problemas; y la conciencia ética.
¿Realmente la Filosofía es útil para la vida?
Como todo aquello que se mueve en el ámbito teórico, la Filosofía tiende a infravalorarse dentro de una sociedad movida por el materialismo. Se olvida que pensar no necesariamente implica pensar bien y que los niños necesitan aprender a pensar para llegar a ser adultos capaces de construir un pensamiento crítico y creativo que les permita analizar, valorar, optar y transformar su entorno de manera fundamentada, coherente, medida, justa, responsable.
Al fin y al cabo, como acertadamente expresó el filósofo francés Michel de Montaigne «Más vale una cabeza bien hecha que una cabeza bien llena» (Ensayos I, xxv). Y para lograr que los alumnos piensen, sopesen, cuestionen, profundicen, decidan, actúen, se comprometan desde una cabeza bien hecha, nada mejor que la Filosofía, todo un aprendizaje para la vida.