La organización sin ánimo de lucro Common Sense Media (Medios con sentido común) se dedica a observar el mundo de los medios y el entretenimiento para mejorar y proteger el uso que niños y familias hacen de ellos.
En un vídeo alojado en la también muy interesante web Edutopia (portal de la fundación con fines educativos que dirige George Lucas), la editora jefe de Common Sense Media, Liz Perle, proporciona cinco buenos consejos para los padres de la generación digital, es decir, aquellos que tienen hijos permanentemente «enganchados» a un mundo y a unos aparatitos que se les hacen difíciles de entender, y por consiguiente les preocupan. Los consejos nos han parecido, efectivamente, «de sentido común», y hacen mucho énfasis en los límites, cosa que últimamente no parece estar muy de moda.
El vídeo (en inglés) puede verse aquí, y a continuación presentamos un resumen de los puntos más relevantes:
¿Qué hacer ante la vida digital de nuestros hijos ?
1. Calmarse. La «vida digital» es una cosa positiva en sí misma, por el potencial que ofrece en cuanto a herramientas de trabajo, comunicación y conocimiento. Efectivamente, entraña sus riesgos, pero ahí es donde no debemos olvidar que, incluso en el mundo digital, seguimos siendo padres, y hay que hacer extensivas nuestras habilidades educacionales a este nuevo mundo: enseñar a nuestros hijos a ser ciudadanos responsables, y enseñarles a valerse por sí mismos.
2. Aprender sobre ello. Aquello que desconocemos absolutamente se presta a ser objeto de rechazo y motivo de alarma.
Conocer el «mundo digital» en el que se mueven nuestros niños y adolescentes (que, como bien señala la especialista, es «mundo digital» para nosotros, pero simplemente «mundo» para ellos) es imprescindible para seguir llevando a cabo nuestra tarea educacional, fundamentalmente para mantener la comunicación. Se nos aconseja, además, dejar que sean nuestros propios hijos quienes nos introduzcan en «su» mundo: que nos den una vuelta por las tan temidas «redes sociales», que nos enseñen sus blogs, que aprendamos a mandar un email o enviar fotos e incluso comunicarnos con familiares a través de Skype…Todas estas son acciones perfectamente cotidianas en la «vida digital» de nuestros hijos, y pueden ayudarnos a conocer y valorar la utilidad de las herramientas digitales, a perderles el miedo, de manera que ellos sientan que «acogemos» su mundo de manera positiva.
3. Encontrar el equilibrio. «Seguir siendo padres» en tiempos digitales implica poner límites también a un mundo de conectividad constante y ubicua: enseñar a nuestros hijos que existe la posibilidad de «no responder» a los permanentes estímulos del mundo digital (mensajes de texto, chats, redes sociales, etc.), a repartir el tiempo entre distintas actividades que no tienen por qué incluir medios digitales, y poner límites en cuanto al momento y el lugar en que pueden utilizarse los dispositivos.
4. Proporcionar alternativas. El equilibrio, por supuesto, solo puede darse cuando existen alternativas al mundo digital. Animarles a avanzar en otras habilidades, organizar actividades alejadas de la pantalla y compartir tiempo con ellos.
5. Ser padres. Por último, algo que ya se avanzaba en el inicio: el «mundo digital» sigue siendo «mundo», y la labor de padres consiste en preparar a los hijos para ser felices en ese mundo, sea el que sea. Enseñarles a ser responsables, a protegerse a sí mismos, al fin y al cabo, transmitirles nuestra sabiduría y valores, sigue siendo útil y fundamental en su «vida digital».
Vamos, de sentido común.