La actitud que adoptemos ante las dificultades que puedan surgir en la educación de nuestros hijos, marcará la forma en que ellos solucionarán los contratiempos cuando sean adultos.
Si damos demasiada importancia a los fracasos o a las contrariedades, probablemente nos sentiremos frustrados y haremos los problemas mayores de lo que son.
Sin embargo, si somos conscientes de nuestras virtudes y potencialidades nuestras y de las de nuestros hijos, viendo el lado positivo de cada situación, nos sentiremos más fuertes y haremos frente a las adversidades con mayor optimismo y eficacia.
Para intentar cambiar nuestro punto de vista, podemos construir nuestro escudo personal, que nos ayudará a conocer nuestros puntos fuertes desde los que afrontar los retos del futuro.
¿Cómo crear nuestro escudo personal?
Dibuja un escudo dividido en cuatro secciones. En cada una hay que escribir o representar, mediante un dibujo, los siguientes aspectos:
1. Parte superior izquierda: dos éxitos del pasado relacionados con la educación de nuestros hijos (dificultades de aprendizaje superadas, conflictos emocionales encauzados…).
2. Parte superior derecha: dos retos para el futuro (pasar más tiempo con la familia, conseguir que los hijos sean más ordenados…).
3. Parte inferior izquierda: dos virtudes nuestras (sentido del humor, comprensión…).
4. Parte inferior derecha: dos virtudes de nuestros hijos (buen rendimiento académico, generosidad…).
La parte inferior se utilizará para escribir un lema que nos diremos a nosotros mismos frente a cualquier obstáculo que surja; por ejemplo: ¡Si queremos, podemos!”.
Modelo de escudo personal
Para finalizar, piensa en algún problema que te haya surgido con tu hijo o tu hija a lo largo de estos años e imagina lo diferente que hubiera sido si te hubieras enfrentado a las dificultades siendo más consciente de tu “escudo” personal.