Hoy, 10 de febrero, se celebra el Día Mundial por la seguridad en Internet, con el objeto de promover un uso responsable de las tecnologías, especialmente las que nos conectan con el resto del mundo.
Sin ánimo de caer en el alarmismo, hay algunos consejos de sentido común que podemos dar a nuestros niños y adolescentes para evitar o restringir su exposición a ciertos riesgos que, hay que recordar, no son nuevos, pero se ven multiplicados por las redes globales.
- Proteger su privacidad. Hazles conscientes de que cualquier contenido que «suban» a internet estará disponible para muchas más personas de las que imaginan. Es importante insistir en que hagan uso de las distintas opciones de configuración de la privacidad de las redes sociales, de modo que solo sus amigos puedan acceder a la información, pero no debemos olvidar varias cosas:
-los «amigos» de las redes sociales son un círculo mucho más amplio que los amigos «reales»
-cualquiera de ellos puede copiar, guardar o editar la información para hacer un uso inadecuado de ella en cualquier momento
-aun dándose de baja de los servicios de cualquiera de las redes sociales, no tenemos la seguridad de saber dónde va a parar toda esa información sensible - Los riesgos online son muy parecidos a los riesgos de la vida real, por lo que es importante transmitir esta regla de oro: no hacer nada on line que no harías en la vida «real». Y esto vale para quedar con extraños, revelar datos personales a desconocidos, insultar o humillar, copiar información para hacer los deberes, etc.
- Resalta la importancia de verificar los hechos y contrastar informaciones: en Internet, los rumores corren todavía más deprisa de lo usual, y es difícil pararlos.
- Es interesante investigar sobre las opciones de navegación segura que ofrecen los propios navegadores o los programas específicos de control parental que existen para vetar ciertas búsquedas o sitios a los más pequeños.
- Impón ciertas reglas con respecto al tiempo que pasan on line: también hay vida fuera del ordenador.
- Ten en cuenta también que te será mucho más fácil hacer respetar las reglas si situas el ordenador en un espacio común de la casa, y no en el dormitorio.