Sofía ha estado jugando y su madre le pide que recoja los juguetes. La niña contesta sin titubear:
-¡No quiero!
La madre de Sofía le responde con un tono de voz tranquilo:
-Sofía, ¿no querrás que mamá se enfade, verdad? Venga, recoge los juguetes.
Sofía, con los brazos cruzados, responde:
-No me da la gana. Recógelos tú.
Esta respuesta resulta intolerable para la madre de Sofía y, muy enfadada, coge a su hija del brazo y la obliga a inclinarse para recoger los juguetes. En este momento, Sofía empieza a gritar:
-¡Tonta, déjame, te odio!
Su madre pierde el control y da un bofetón a su hija. Sofía, a su vez, también pega a su madre…
¿Cómo podría haber reaccionado la madre de Sofía?
> En relación a los insultos, enseñarle que puede expresar su enfado sin necesidad de insultar.
> Otra opción es esperar a que la niña se calme y se pueda razonar con ella. Nosotros también debemos estar tranquilos.
Pasado el enfado, podemos retomar la situación para establecer conjuntamente unas normas básicas para resolver el tema de las contestaciones y solucionar el conflicto de forma pacífica.